Serenity: o si Buffy tuviera una hermana tarada

Hace tiempo que no veo una pelicula de ciencia ficción realmente interesante y si alguien conoce alguna que me la diga.

Buscando algo nuevo o, al menos entretenido, me hice con Serenity, lo último que se le ha ocurrido al señor Joss Whedon, creador de la saga televisiva de Buffy Cazavampiros y Ángel, y que firma el guión y la dirección de la película. Serenity comienza con uno de los prólogos menos originales del género. La Tierra se queda pequeña y la humanidad se expande a otros planetas. Vale, muy bien. Resulta que las civilizaciones más alejadas del núcleo de poder (más avanzado y, a la par, alienante) son unos rebeldes de aupa, que les gusta vivir en el campo sin tecnología ni ná. También muy bien, a ver que pasa ahora.

De pronto (y cuando digo de pronto es con un repullo en el sillón) saltamos al experimento con una chicuela. Está un poco tarada (más bien bastante) pero se le perdona porque es capaz de leer la mente y tiene una fuerza y control de las artes marciales que te cagas (usease un calco de Buffy). Resulta que se escapa con la ayuda de su hermano (¿se escapa de un megacentro de internamiento e investegación?, en fin...). En ese momento la peli da un nuevo giro y comienza la trama propiamente dicha con la loca y su brother en una nave (llamada Serenity) de mercenarios ladrones pero con buen corazon (ya está bien de tópico Han Solo, por favor). El resto lo podéis imaginar, los malotes detrás de la nave y los menos malotes intentando salvar el culo y, de mientras, la tarada dando por saco con un no sé qué secreto en su mente y con ataques de histeria.

Sobra decir que no encontré lo que buscaba. La película se hace cansina cuando no inteligible en algunos momentos. Por supuesto, el final es de lo más predecible. Para colmo la protagonista se pasa mirando al limbo el 90% de la cinta.

Hilarante vamos.