Stargate SG-1
Uno de los argumentos que ha dado lugar a más guiones para los episodios de las distintas series de la saga Star Trek es la primera directriz, una normativa que impide a los miebros de la Federación intervenir en los asuntos de aquellas civilizaciones que no hayan alcanzado un cierto nivel de desarrollo. En el caso de la serie ideada por Gene Rodemberry la línea la marca la capacidad de una civilización para desarrollar motores de curvatura. El caso es que los diferentes capitanes de la Enterprise suelen vérselas con grandes problemas morales para no intervenir en casos en los que el sentido común y la buena voluntad chocan de frente con esta directriz. Pero..., ¿Qué pasa si nos saltamos este precepto a la torera y nos dedicamos a meter las narices en todas partes a ver que pasa? Pues que nos sale otra de las series más longevas de la historia de la ciencia ficción en la pequeña pantalla. Stargate SG-1, programa, que al igual que Star Trek, ya tiene un spin off, Stargate Atlantis, de la que ya hablamos en este blog hace unas semanas. El caso es que cuando puedes viajar a otros planetas pero el medio de transporte no te lo has currado tú sino que te lo has encontrado debajo de una piramide, pues lo más normal es que tu irrupción en la comunidad interestelar sea la de un elefante en una cacharrería. Más aún si tu principal objetivo en la vida es conseguir tecnología alienígena a toda costa. Básicamente ése es el argumento principal de una serie que media su novena temporada en Estados Unidos y que ya ha firmado una décima. El principal atractivo de Stargate es la mezcla entre mitología antigua y ciencia ficción. La serie parte de la base, defendida por algunos investigadores de lo insólito, de que en la antiguedad, la raza humana estuvo influida por civilizaciones extraterrestres que fueron las responsables de la construcción de obras ciclópeas como las pirámides de Egipto. Esto se mezcla aquí con la idea de que estos extraterrestres se presentaron en la tierra tomando el papel de dioses y de ahí que la mitologia antigua sirva de manual de instrucciones para conocer la situación geopolitica de la galaxia. Por lo demás Stargate es una serie sci-fi al uso, los malos, los buenos y los heroes. En este caso el SG-1, un grupo encargado de colarse en los más variopintos planetas sin llamar a la puerta. Lógicamente esto crea un montón de problemas que van desde cosas nimias como provocar una guerra nuclear en el planeta de destino por el impacto sociocultural de la existencia de extraterrestres hasta otras un poco más serias como destruir el sol de un planeta por haberle hecho un puente al stargate, pasando por otras como echarle una mano sin saberlo a una especie de tercer Reich o provocar el fin de una civilización avanzada por irse de la lengua. Pero no todo es tan malo, gracias a unos giros de guión y a unas teorías realmente forzadas que le harían inclinar una ceja al mismísimo Geordy, cuatro simples mortales son capaces de desbaratar ataques contra la tierra de flotas enteras, librar de terribles enemigos a civilizaciones mucho más avanzadas y liberar a la galaxia del yugo de unos malos que, en principio, no deberian haber tenido problema alguno para borrar a la humanidad del mapa. Y lo que es mejor, son capaces de hacerlo todo sin que nadie, en la Tierra, tenga la menor idea de que existen los extraterrestres. Rizando el rizo vamos. Pese a todo es una serie entretenida.
1 Comments:
¿Quién demonios es Geordy?
19:45
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