5.6.07

Piratas del Caribe 3: Multiplica y vencerás

En una atracción de los parques Disney una barca sobre guías describe un paseo entre animatronics de piratas. Abren y cierran la boca al descompás de varias canciones que suenan a lata. Eso a lo largo de un pueblo pirata e islas del tesoro y un efectista final con un barco lleno de esos muñecos cantarines. Un cortilandia pero más grande. Es anacrónico. En la era en que un niño de ocho años, con un poco de tiempo, es capaz de hacer café con un ordenador, estos megaparques de atracciones ofrecen un divertimento un poco soso.

Lo digo porque ahí empezó todo y porque, la atracción de Piratas del Caribe resume muy bien mis sensanciones sobre la tercera (pero seguro que no última) parte de la saga En el fin del mundo. Para empezar, hasta que no estás dentro, no descubres que hay que esperar un porrón para que llegue lo bueno. Los brillantes ingenieros disney suelen esconder los retorcidos laberintos de las colas de visitantes tras montañas de decorado. Pues a la última película de Gore Verbinski le pasa algo parecido.

Serás afortunado si llegas una hora tarde (la cinta dura casi tres). Te perderás el amago de musical con el que te golpeas la frente nada más empezar. Tampoco verás ese paseo en barca de animatronics que inicia las escenas de acción en Shanghai (¿Shanghai? ¡Por dios, qué lejos llegan estos piratas!) donde van buscando barco y tripulación (Entonces, ¿cómo coño han llegado, repito, a Shanghai?). Ni, por supuesto, descubrirás cómo es el limbo donde se ha quedado el pirado de Jack Sparrow. Tres escenas infumables e innecesarias en la trama. Así, si llegas tarde, puede que tengas mejor concepto de la película porque, hasta aquí, nada se parece a las cintas anteriores de la saga.

Cuando toda la troupe se reune por fin, es cuando comienza lo bueno. Entonces te das cuenta que lo de antes no funcionaba porque no aparecía Johnny Depp. En lo ratos en los que no está, la película se vuelve anodina (con todos mis respetos, Orlando Bloom y Keria Knightley son muy muy anodinos en general). En eso parece que también se fijaron los guionistas que hicieron sus cuentas: "Si un Sparrow mejora tanto la peli, dos Sparrows la mejoraran el doble y tres y cuatro no te digo." Así que, ¡hala! el milagro de la multiplicación de los panes y los peces y venga clones diciéndose estupideces entre ellos. También parece que se percataron de que el mono tenía su tirón. Es uno de los "actores" que chupa más planos, con demasiados gags para él solo. Así que acabas un poco cansadito de monito.

Tampoco entiendo que en estas pelis, antes del deselance, se suelte siempre un discursito apelando a la libertad. A ver, estamos hablando de piratas. Son una casta asesina y traidora. Les suda las mingas cualquier ideal. Las dos primeras películas respetan algo el carácter pirata pero ésta ha quedado un poco más merengosa tras pasar por el filtro disney.

En la parte positiva, Depp está como siempre que se sale. Y es un acierto recuperar el papel del capitán Barbossa y al pedazo de Geoffrey Rush (los enfrentamientos entre ambos son geniales). Y es gracioso el cameo de Keith Richards como padre de Jack Sparrow. Fue en el guitarrista de los Rolling Stones en quien Depp se basó para recrear su personaje.

En resumen, parece un anuncio largo y caro de la atracción que la multinacional tiene en sus parques.

1 Comments:

Blogger Víctor Esteban said...

Estuve en la atracción de Piratas del Caribe en el Magic Kingdom de Orlando. Diosss, que mala, que vieja, que aburrida..., pero oye, ya que cruzas el charco, ¿por que no?. Sin embargo hay una que es infinitamente peor. La cursileria hecha cartón piedra. Cuando entré pensé: si existe el infierno, tiene que ser esto. Me refiero, como no a "small world", ese sitio en el que te subes a una barcaza que avanza a una velocidad media de medio metro por minuto, y si no es así lo parece, con la que recorres los cinco continentes mientras cientos de animatronics con forma de niño con traje regional cantan una canción odiosa que en español tiene un estribillo que dice: "un mundo pequeño es".
Me encanta la adrenalina, las montañas rusas, las atracciones gore. Está fue la única en la que después de salir, vomité.

18:41

 

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