Eureka. El pueblo de los genios.

Allá por los 50. Después de la segunda guerra mundial, Einstein convenció al gobierno norteamericano de que el futuro de la humanidad estaba en manos de los científicos. Para salvaguardarlo se creó Eureka, un típico pueblecito norteamericano en apariencia, pero que acoge a las mentes más brillantes del planeta. Esta es la base de una de las últimas series creadas por el canal de ciencia ficción Sci-Fi.

La serie cuenta la historia de un agente del gobierno que, de viaje con su hija, se pierde y va a parar a este curioso lugar. Allí, por casualidades del destino acaba convirtiendose en el sheriff del pueblo. Aunque los problemas a los que debe enfrentrarse un agente de la ley en Eureka distan mucho de los que serían normales en cualquier otro lugar. En este pueblo se están probando constantemente algunos de los inventos más vanguardistas de la Tierra. Y claro, ya decía mi madre que los experimentos con gaseosa. Así que aquí pasa de todo porque no hay nada más peligroso que una ciudad llena a rebosar de cientificos locos.

La serie acaba de terminar su primera temporada y ya se está rodando la segunda. Hasta el momento, en mi opinión, no pasa de entretenida. Con rivales como Perdidos, o Prison Break, con guiones que atrapan y que te dejan toda la semana a la espera del que pasará; Eureka se queda corta. Le falta tensión y una línea argumental que atrape el espectador. Por separado, cada capítulo no está mal, pero en conjunto, aparte de la tensión sexual entre la chica y el protagonista apenas existen argumentales que sobrevivan más de un episodio. Aun así merece la pena echarle un vistazo porque es imáginativa, cómica en muchas ocasiones y bastante divertida.