29.5.07

Una de magos. ¿O dos?: El Ilusionista y El truco Final

Robar ideas no es algo exclusivo de las artes. Se da en todos los ámbitos de la vida. Pero en el arte creo que alcanza su máxima expresión. En ocasiones se hace copiando planos, formas de rodar o efectos que ya hemos visto en otras películas. Claro, que los directores suelen decir que estas cosas no son plagios, ellos las llaman homenajes. Amenábar, por ejemplo, es todo un virtuoso haciendo homenajes.

Otra práctica muy habitual es copiar el tema de una pelicula de exito para hacer otra parecida. Ejemplos hay para aburrir: Deep Impact vs Armagedon en plan meteorito es uno de ellos. Otras veces se cambia un poco para disimular. Alien tiene cientos de copias: películas con monstruo malvado debajo del agua, en una cueva, en el bosque o en la playa, en un museo o en el metro. Da igual. Tambén están las de los bichos normales pero en plan grande: cocodrilos, serpientes, arañas, joder, hasta babosas o cucarachas.

Acaban de salir en DVD dos títulos de este estilo. Esta vez hablamos de magia. Si no recuerdo mal la primera en llegar a los cines fue El ilusionista y después El truco final. La verdad es que da igual. Ambas cintas van de magos y están ambientadas en el siglo XIX.

Salvo por la magia, la verdad es que las dos películas no se parecen en nada, claro, que es bastante sospechosa la coincidencia en el estreno. Dejando de lado quién copia a quién lo cierto es que para hablar de magia ninguna de las dos logra, en mi opinión, conseguir algo que es esencial en cualquier truco: sorprender al espectador. Ambas son previsibles, y no hay nada peor para un mago que pillarle en el engaño. Sin embargo, las dos son entretenidas y tienen puntos a favor y en contra.

El ilusionista es basicamente una historia de amor. A su favor cuenta con Edward Norton, que siempre es una garantía y con un Paul Giamatti (Entre copas, La chica del agua), que es un actor que cada día me gusta más. En contra está el hecho de ser previsible y un poco lenta.

El truco final cuenta con un reparto excepcional y unas interpretaciones muy dignas. Michael Caine, Hugh Jackman, Scarlett Johanson, Christian Bayle, y hasta David Bowie haciendo de Nicola Tesla. Por cierto, para quien no lo conozca, Tesla, que es un personaje real, es uno de los tipos más apasionantes del siglo XIX. Fue uno de los cientificos más prestigiosos de su tiempo y uno de los más enigmáticos también. Hay quien acusa a su llamado "rayo de la muerte" de ser el responsable de la explosión de Tunguska en Siberia y a su muerte el servicio secreto estadounidense confiscó todas sus investigaciones. Pero no divaguemos. El truco final cuenta la rivalidad entre dos magos, el odio, las trampas y las putadas que son capaces de hacerse por rencor, venganza o envidia profesional. No está mal, aunque, como en el caso del ilusionista se les pilla el truco muy facilmente. Y esto es especialmente malo cuando se nota el esfuerzo de los guionistas para que al final te lleves una sorpresa.

Pese a todo las dos películas se dejan ver, son entretenidas. Aunque no es recomendable ver las dos el mismo fin de semana. Acabas un poco saturado. Lo digo por experiencia.