Allí estaba yo el fin de semana, sentado en la butaca del cine. En la parte de atrás para no perderme ni un detalle de la enorme pantalla. Llevaba tiempo esperando la tercera entrega de
Spiderman. Siempre me ha fascinado ese traje negro (mucho más que la típica bandera americana con mangas y pantalones) pero, sobre todo, su componente oscuro y la mala hostia que le entraba con él puesto. Buenos ingredientes para que un tipo como
Tim Burton hubiera hecho una gran cinta. Pero no. El director vuelve a ser Sam
Raimi. Ya al comienzo de la película presenta su carta de intenciones.
Peter acude a un musical protagonizado por
Mary Jane. ¿
Ein? Una escena absurda e irrelevante, aparte de larga.
El
caso es que la relación amorosa entre ambos (hay que ganarse al público femenino) salpica de forma extensa un buen puñado de escenas de la película. Yo, allí
arrepetrucado, chupando un regaliz duro, tenía momentos en que no sabía que
carajo estaba viendo. Que si el nene está enamorado pero es un egocéntrico que no veas porque la gente lo adora, que si ella se siente sola y está muy triste. Venga marear la perdiz. Pero lo peor es ese
Tobey Maguire (patético y ya un poquito mayor para estos papeles) que no le sale eso de pasarse al lado oscuro (no fui el único al que le entró la risa cuando se peina el flequillo a lo
Hitler). Y eso es malo, que te rías más de
Maguire que de los
gags del guión (menos abundantes e ingeniosos). Eso sí, al menos
Kirsten Dunst aparece espectacular (se habrá operado la chiquilla) y lo hace bastante bien.
Obsesionado con estas historias el director en un momento debió pensar: “¡
Ah!, ¿pero esto no es una
peli de acción?” Así que, para justificarse, incluye las escenas de
saltitos y hostias que uno espera ver cuando compra una entrada para una película espectáculo como ésta.
En ella se han gastado una pasta (unos 260 millones de euros y el primer fin de semana ya han recaudado algo más) y eso se nota. Tanto que la mayoría de las apariciones del hombre arácnido como de sus enemigos son digitales. Y no está mal la acción, en particular la escena de la grúa y la
megabatalla que cierra la película.
En cuanto a los enemigos, el hombre de arena y el
Goblin junior son
pasables pero es una pena cómo se ha adaptado a
Venom (Veneno), soy un gran
fan del personaje y creo que no cumple las expectativas. Para colmo, tanto él como
Spiderman tiene la manía de salir casi siempre a cara descubierta. ¿Hay alguien en Nueva
York que no conozca ya la identidad del
superhéroe? ¿Compensa?
Uff, no sé. Si eres capaz de justificar paridas sin sentido a cambio de buenas escenas de acción, sí. Si por el contrario no te gusta que se queden contigo, mejor espera al
dvd.
Para terminar, un consejo: No te fíes de una película de acción recomendada por Días de Cine.
2 Comments:
Martes, 1.10. Acabo de llegar del cine. Acabo de cagarme en las muelas de Raimi. Mire que defendí al cabrón frente a los insultos de Damn it, Jim! y resulta que megalómano paranoide de las ondas tenía razón, y las pelis de Raimi son un bluf...
No. Me niego. Esta peli es un asco, lo reconozco. Este Spiderman llora más que la propia chica de la peli, y los malos tienen más sentimientos que él. Y lo peor, la cinta aburre, es larga y pesada. Pero con el bueno de Raimi he pasado grandes momentos de mi más tierna infancia: Posesión Infernal, Terroríficamente Muertos, El ejército de las Tinieblas... ¿Por qué me has hecho esto, Sam?
01:22
Uff, menos mal, alguien coincide conmigo. Esperaba hordas fanáticas que se avalanzaran sobre mí a la primera por criticar la peli.
A mí también me molaba el Raimi de antes..
12:23
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