19.10.06

Seren... que? Serendipia

Un antiguo cuento relata la Historia de los principes de un antiguo reino que siempre solucionaban todos sus problemas por una increible casualidad. Aquel reino se llamaba Serendip y de aquel relato a surgido una palabreja que define los casos de casualidades imposibles. Unas veces pueden inducir a la buena suerte y otras pueden ser todo lo contrario, o ambas cosas a la vez, según se mire. Si no que se lo pregunten a un cuidadano escocés al que le cayeron cuatro rayos a lo largo de su vida. A los tres primeros sobrevivió, lo cual es buena suerte, aunque claro, que te caigan cuatro rayos tambien es mala follá. Y si a esto le sumamos que el único rayo que cayó en el cementerio de su pueblo lo hizo sobre su lapida pues bueno, que cada uno saque sus propias conclusiones.

A principios del XIX, Edgar Alan Poe, del que deberiamos hablar un poco más aquí, escribió una obra llamada "Las aventuras de Arthur Gordon Pink". El ella, tras un naufragio, cuatro supervivientes quedaban a la deriva en una balsa. Acuaciados por el hambre echaban a suertes a cual de los cuatro mataban para comerselo. El que sacó la pajita más corta fue un gurumete, de nombre Richard Parker. En 1864 un barco británico naufragó frente a las costas de Dinamarca, cuatro supervivientes quedaron en una balsa. Hubo un sorteo y al que le tocó servir de filetes fue a un gurumete llamado Richard Parker.

Hay cientos de casos como este. Quizá uno de los más divertidos dentro de una cosa que se llaman casualidades seriales es el que se da en relación a dos presidentes de los Estados Unidos. Lincon y Kenedy. El primero fue asesinado en un teatro y su asesino se escondió en un almacen, mientras que el asesino del segundo disparó desde un almacen y se escondió en un teatro. Lincon tenia un secretario, de nombre Kenedy que le aconsejó que no fuera al teatro, del mismo modo, un asesor de Kenedy, llamado Lincon, le dijo que no fuera a Dallas. A lincon lo mataron en el teatro Ford y a Kenedy en un Ford, precisamente modelo Lincon. Hay muchas como estas. De hecho, un profesor de universidad comentó que esto era absurdo y que, por ejemplo, que importancia podría tener que Lincon estuviera, una semana antes de su muerte en Monroe, Maryland, a lo cual un alumno contesto: Pues mucha, porque Kenedy también estuvo una semana antes de morir en Monroe, Marilyn.