11.10.06

Hitman: Blood Money

Entro en la Ópera de París con mi impecable traje negro. Me escondo en el servicio a la espera de que algún incauto quiera aliviarse y en breve entra un operario de unas obras en el teatro. Me coloco tras él mientras está meando y lo estrangulo con una cuerda de piano. Que poetico morir así en la Ópera. Me deshago del cuerpo en un arcón no sin antes robarle la ropa. Ahora ya puedo colarme entre bastidores. Mi objetivo: el Tenor y un magnate que no se pierde ninguno de los ensayos. Me han dicho que puedo utilizar un arma de la primera guerra mundial para sustituirla por la réplica que se usa en la función. De ese modo sería un actor el que eliminase a mi objetivo y yo no tendría que ensuaciarme las manos. Pero voy a hacerlo de otra manera. Tras el escenario coloco una bomba en el camerino del tenor. Bajo a los sotanos y desde allí subo hasta la zona de los tramoyistas, sobre el escenario. Por un agujero accedo a un palco cerrado. Ya puedo ver al magnate protegido por dos guardaespaldas. No he podido traerme el rifle de precisión. Abultaba mucho. Pero tengo un pequeño fusil de asalto. Será ruidoso pero eso es precisamente lo que quiero. Disparo una larga rafaga y acribillo al magnate. De repente todo el teatro de la opera se convierte en un caos. Antes de que la seguridad tenga tiempo de actuar, y camuflado con mi disfraz de operario vuelvo hacia los bastidores. Como esperaba, el tenor se dirige a la seguridad de su camerino acompañado por varios guardias de seguridad. En cuanto entra detono la bomba. Con toda tranquilidad salgo al vestibulo, entre en el baño y recupero mi traje. Salgo por la puerta principal como si nada hubiera pasado. Los dos objetivos han sido eliminados. hay 7 muertos en total y varios heridos. Daños colaterales.

Es una misión del Hitman: blood Money. Un juego disponible para consolas y PC en el que nuestra misión es la de ser un asesino a sueldo. Podría parecer brutal, e incluso cruel. Pero la verdad es que es enormemente entretenido porque todo depende del sigilo, de la estrategía y de que no te pillen. Esto no es el típico juego de guerra en el que se trata de pegar tiros a diestro y siniestro, aquí, idear la operación para que salga perfecta es la clave. Y lo mejor es que la libertad de acción es absoluta. Puedes ser silencioso y sútil o expeditivo y brutal. Todo depende de ti. Veneno, la genial cuerda de piano, bombas, pistolas, o incluso a golpes. Todo vale para llevar la misión a buen término. Los disfraces también son importantes y un elemento clave para acceder a zonas prohibidas o poder acercase a objetivos muy protegidos.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Este juego, a parte de brutal y sangriento, es tremendamente divertido. Puedes descargar toda tu adrenalina y mala leche cargandote a pederastas, gansters y criminales de todo tipo y todo ello sin moverte del sofá.
El poder hacerlo del modo que tu prefieras hace que las posibilidades de cada misión sean infinitas.
Yo no hice la misión de la opera como tú, Victor, pero igualmente me los cargué y disfruté haciéndolo.
Disfrutad del juego.

15:29

 

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