12.11.06

Dos versiones de Infiltrados

Acabo de ver Infiltrados por segunda vez. Scorsese siempre me inspira ir otra vez a ver sus películas. Calibro un rato ante los pósters de las carteleras del cine y después, sopesando, me vuelvo a meter en su sala. Así elegí dos veces Infiltrados, como ya lo hice antes con Gangs of New York. La película que ostenta en mi ranking el mayor número de revisitaciones ha sido Uno de los nuestros. La ví cuatro veces, y lo hice en un año en el que la cartelera estaba bendecida por Billy Wilder. Aquel año estaban en cartel Uno de los nuestros, de Scorsese; Bailando con lobos, de Costner y El Padrino III, de Coppola. Las tres nominadas al oscar. Quien sepa algo de mí, sabe que no haber nacido cuando se estrenaron El Padrino y El Padrino II, en 1972 y 74 respectivamente, y habiéndolas visto en video más de veinte veces cada una para redimirme, el estreno de El Padrino III supuso la verdadera oportunidad de la redención y reconciliación con Corleone. Y aún así, aquel año fue de Uno de los nuestros.

Dicho esto, Infiltrados merece la pena verla dos veces. Scorsese siempre nadará bien y a contracorriente sobre temas de la mafia. La película tiene un ritmo rápido, pero el espectador no se pierde. Todos los actores se mienten entre sí, pero el director no miente al espectador. El crimen, la policía y la confianza en los demás van por separado.

Yo la ví primero en versión original subtitulada, rodeado de incondicionales pseudocinéfilos a los que Manulito suele amenazar haciendo blandir un rollo de superhumor en la mano. La voz de Jack Nicholson, señores, no la cambien. Sin embargo, el guión es tán rápido a veces, que cuesta seguirlo. Todos salieron relamiéndose y se fueron a ponerle un santo a Scorsese.

La segunda vez que la vi fue el pasado viernes noche, en una de esas grandes superficies comerciales con salas que huelen a hamburguesa y pollo frito. Esta vez, la sala estaba abarrotada y era más heterogénea. Estábamos rodeados de niños con pelo de cepillo, camisetas marcadas y pantalones de chándal. Todos con sus novias rubias barnizadas en maquillaje. ¡Leonardo Di Caprio! ¡Leo, Leoooo!

Detesto tanto la intelligentsia ilustrada como la rebelión de las masas. Además ya no se rebelan, sólo gimotean y no me dejan ver la película. Tienen derecho a que les guste Scorsese tanto como a los que les gusta aunque no les guste. Para ellos no es un deber de intelectual, por eso pueden disfrutar más, por eso llenan la sala y siguen comprando palomitas. Las palomitas no enturbian el trabajo de Jack Nicholson, joder. Pero los chavales y sus rubias estaban ahí, esperando ver una película de Tom Cruise con movimientos conocidos, personajes conocidos, diálogos conocidos, puesta en escena machacada, final previsible y conciliador. Scorsese descolocó a todos, como ya lo había hecho en la sala friki cinéfila una semana antes. Sólo que estos le gritaron a la pantalla y empezaron a eructar y aquellos aplaudieron y empezaron a tocarse por debajo de la butaca.

El buen cine, como el buen vino o la buena literatura, no debe ser terreno reservado a las clases nobles. Pero para algunos el buen cine siempre va a ser American Pie y para otros siempre va a ser El Padrino. Y cuando se crucen en una sala de cine, porque alguno de los dos se quedó sin la entrada de la película que le correspondía por ley y se metió a ver la otra, entonces volverán a odiarse y a insultarse mutuamente. Pero quizá, de 80 pedantes que vean Infiltrados, hay agazapado un paleto que en silencio se queda acojonado con esa película. Y de 80 paletos que vean Colega, dónde está mi coche, puede que un pedante despistado se ría, tímido, en silencio y se vaya a casa más contento que unas castañuelas.

Y por eso el cine me gusta más que la libertad y la democracia. Porque, al contrario que las otras dos, incluso cuando es demagógico, sigue siendo lo que es.

Besos, y perdón por la parrafada.

Pd. Por cierto, en el 90 ganó el oscar Bailando con lobos. Los ganó todos, de hecho.

1 Comments:

Blogger Nyadorlep said...

Muy interesante.

Yo creo que también necesitaría verla otra vez o esperar a los comentarios del director cuando salga el DVD porque siento que hay detalles que se me han escapado.

Además quiero que el señor Scorsese me aclare el final porque no tengo claro si el último tipo es de los buenos o los malos.

Secundo las albricias de Vite y espero que participeis un pelín más que se os echa de menos.

11:44

 

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